Ruega por nosotros, Madre de la Iglesia. Virgen del Adviento, esperanza nuestra, de Jesús la aurora, del cielo la puerta. Madre de los hombres, de la mar estrella, llévanos a Cristo, danos sus promesas. Eres, Virgen Madre, la de gracia llena, del Señor la esclava, del mundo la Reina. Alza nuestros ojos, hacia tu belleza. ¡Amén!
Imagen de candelero a tamaño natural obra del escultor sevillano José María Hurtado Rodríguez y policromada con las tradicionales técnicas al óleo en 2014.
Se nos presenta el rostro de una mujer que afronta el dolor con una mirada que transmite fe y esperanza. Sus ojos llenos de lágrimas se encuentran entornados, como quien atisba una luz en medio de la inmensa oscuridad, haciendo que sus cejas curvadas por el dolor se ciñan en su entrecejo para representar la entereza de María.
La expresividad de las manos refuerza la dualidad entre el sufrimiento y la certeza; mientras el dedo anular de la izquierda nos lleva hacia el sentimiento de su corazón, la derecha sujeta el pañuelo elevándolo hacia la cara como preludio de la palabra de Dios y de la desaparición de las lágrimas.
Fue presentada en la Capilla de los Marineros, sede de la hermandad de la Esperanza de Triana, teniendo el privilegio de presidir el templo al encontrarse la titular de la hermandad sevillana recibiendo cultos en la cercana Iglesia de Santa Ana.
Procesiona en la noche del Martes Santo cerrando el cortejo procesional de Jesús atado a la Columna y la Santísima Virgen de la Esperanza.